TODO PASA POR ALGO...
El miércoles mi hermano me hablo de un
amigo suyo arquitecto, que estaba aquí en Santiago. Contactamos por Facebook y me dio su teléfono. Como era mi cumple y
estaba en la calle no dediqué mucho tiempo a hablar con él por whatsapp. El
jueves sí. Me estaba embajonando, no me habían llamado, llamaban a mi compi para una entrevista... Me dije que tenía que ponerme las pilas, llamar a la Incolur, donde mi habían hecho la entrevista una semana antes, al amigo de mi hermano, a Javier de Endesa (al que hacia pasando unas vacaciones de la ostia en la Isla de Pascua y me enteré un par de días antes que ya estaba aquí)... Seguir moviéndome! No se puede uno parar ni un segundo. Automotivación permanente!
Envié un mensaje a Javier y otro a Alfonso (amigo de mi hermano), me respondió y me pasó su correo electrónico. Me dijo que le
enviase mi cv que el me conseguía una entrevista. La verdad es que el chico se
portó, a la media hora tenía una entrevista para el jueves 1 en Michael
Page (el próximo jueves). Quedé también con él para comer
el viernes a la 1, en las Condes. Lo invité a la chorrillana de los jueves pero no fue. Estuve tomándome una cerveza con los españoles y riéndome
un rato, que me hacía falta. Todos me preguntaron si me habían llamado de la
constructora. No, no me habían llamado, pero al día siguiente llamaría yo.
Todos decían que lo hiciese sin dudarlo y que seguramente es que el psicólogo
no había entregado el informa aún.
-Pero si ha pasado una semana ya, es
raro ¿no?.
-Tú llama mañana.
Eso hice. Cuando me levanté mientras desayunaba mis últimos trozos de jamón, vi al consultar el correo que uno de los
que trabajaba en la explotación a la que yo iría y que estuvo en la entrevista
(el más joven), me había agragado en linkedin.
Pero no había noticias de los
que se encargarían en realidad de contratarme si decidían contar conmigo. Llamé al fin por teléfono, pero estaban reunidos y terminarían tarde. No podía hacer nada. Hablé con Javier y quedé con él para hoy, pero después de vomitar el desayuno esta mañana y de no poder caminar en linea recta... Lo hemos pospuesto.
Alfonso, con el que había quedado para
comer y preguntarle un poco sobre su empresa, me dijo por whatsapp que no podía quedar,
tenía una reunión.
- Dios mío!! Hoy todo el mundo está
reunido??
Me había tratado de poner wapetona,
aunque no tenía ganas. Pero me convencieron de que lo hiciera, “todo lo que
tiene que ver con contactosm entrevistas y temas de trabajo, se basa en
impresiones desde el principio hasta el final, cuida la imagen” (qué mojón… si
no quiero arreglarmeeee).
Arreglada ya, quedé con Vincent para
comer.
- Me has hecho arreglarme, y al final
me han dao plantón.
- Bueno, yo estoy ahora cerca de tu
casa en una sucursal de Banco Estado y voy a comer antes de volver a la oficina.
Vente y comemos juntos.
Cuando iba a salir, mi compi me dijo
que sus planes del finde se habían ido a la mierda. La saqué de la cama como
pude. Conseguí hacerle ver que la mejor alternativa era
ponerse “regia” como dicen aquí.
- No has venido aquí a esto Helen,
arriba ya! quedarte aquí no sirve solo sirve para verlo todo peor.
- mmmmmm (sonidos guturales)
Se puso de pie, se puso guapetona y nos fuimos a la calle. Nos
encontramos con Vicente por aquí cerca y en ese momento me llamaron por
teléfono (número de móvil chileno).
- Sí digamé?
- Aló, Cristina, soy asdfksñoijr
asñlkdjfñalskjdf, de Incolur.
No entendí su nombre. Tengo que
confesar que no entiendo a los hombres chilenos cuando hablan. Con
tanto cantadito a veces no solo no entiendo las palabras sino que además no sé
si me están preguntando o afirmando. Finalmente entendí que
era el chico que me había agregado al Linked y me preguntaba cómo me iba y si me
habían dicho algo ya. Es un poco raro, no?
Cuando le respondí que aún no, me suelta: - Ok, eso era todo. Chaooo.Mmmmm, brusco fin de una extraña
conversación. Aplicando la frase de Helen: “Aquí en mejor no preguntarse las
cosas”. Fuimos a comer una colación (menú), a la agrupación de
periodistas chilenos. De allí Vicente se fue a currar y acordamos que el
lunes debería volver a llamar a Incolur a ver si iban a contar conmigo o no. Paseábamos buscando la iglesia de San Judas cuando sonó mi móvil.
- Sí?
- Aló Cristina, Soy Carlos de Incolur.
Podrías venir ahora a la oficina?
- Claro que sí, ahora mismo.
- Cuánto tardarás.
- Estoy en Moneda, pillo el metro y
estoy allí.
- Ok, Cristina, ahora nos vemos, que estés bien (frase típica chilena de despedida)
- Gracias igual, hasta ahora.
Pillé el metro en Plaza de Armas. Tardé como
20 min en llegar. ¿Qué querrían decirme?
- Estoy guapa.
- Eres guapa! Estás muy bien tonta!
Tranquila. – Eso me dijo mi compañera mientras me iba retocando el maquillaje
el metro. Me ayudó mucho que viniera conmigo. Estando de bajón me acompañó
hasta la puerta de la oficina y se fue a buscar un bar.
Subí.
Entre en el despacho en el que me
habían entrevistado.
- Definitivamente nos han confirmado
que estás suficientemente loca como para trabajar aquí.
- Eso ya lo sabía yo.
Hablamos de dinero. Me hicieron una
oferta, no estaba mal. Me volvieron a llevar por todos los despachos, me
presentaron gente y al jefazo le dijeron que yo sería la nueva técnico de
control y costes de ANDINA. Me dieron la Bienvenida, por allí estaba mi
contacto de linkedin, Javier, al que saludé y el que sería mi jefe en la
oficina técnica, Claudio.
Empezaría a trabajar cuando la visa
temporal se tramite. Del papeleo que necesito se encarga Magaly, una señora muy
simpática que me pidió el pasaporte para ir redactando la carta que tengo que
llevar a extranjería y que de casualidad estaba en mi bolso. Yo nunca
lo llevo encima por miedo a perderlo.
Comenté a Claudio que mientras se
tramitaba la visa podía ir yo adelantando trabajo. Que me enviase documentos y
manuales que pudiese ir ojeando para familiarizarme con la tarea y así cuando
empezase tendría algo avanzado. Hoy lunes, me ha llegado por email información. Esto
va pa lante!
En principio, estaría en la oficina de
aquí de Santiago, por unas semanas, me enseñarían! Y después me suben a las
montañas. 9 días de curro y 5 en Santiago sin hacer nada. En el pueblo de los
Andes, que es donde estaría, me lo pagan todo: alojamiento, transporte y
almuerzo. Además mientras esté en terreno, cobro un 30% más de productividad.
La temporada que pase en Santiago, cobro menos, pero me pagan la comida, el
sueldo es bueno y el trabajo es muuucho más liviano.
La división Andina, se trata de una mina de cobre
explotada por CODELCO. Tiene que ser toda una experiencia vivir a 3000 metros,
trabajar a 3700, y ver como funciona la explotación. Además pasar 5 días de
vacaciones cada 2 semanas me da para viajar y conocer Chile y lo que no es
Chile. Tengo muchísimas ganas de ver el Machupichu y visitar Argentina, el
desierto de Atacama en Septiembre, los glaciares, la isla de pascua… Hay tantas
cosas por descubrir por aquí… Estaba temiendo que se me acabase el tiempo y al no encontrar trabajo, tener que volver el día 12 de septiembre. Estoy encantada de
perder ese vuelo!
Esto conlleva una noticia mala que no
quería mencionar. No volveré a España, hasta dentro de un año, UN AÑO! O sea,
para Agosto de 2014. Papá, mamá, tranquilos. Esta Navidad venís a verme, ya iré
mirando vuelos. Tenéis casa y comida y el vuelo corre de mi cuenta ;)
Cuando salí de la oficina, llamé a
Elena. Se estaba tomando una cerveza y me dio un abrazo enorrrme. Me pedí otra
cerveza y la acompañé. Mientras había estado sola, uno de los niños que
tenía dos entradas para un espectáculo de danza en las Condes, había invitado a
Elena. Una amiga suya bailarina se las había dado y no tenía más. Yo tenía ganas de volver a casa.
Fuimos al centro en el que era el espectáculo
y vimos una exposición de diseño. Muebles, muy chulos.
Cuando llegó Mario dejé a Elena con él y volví al centro. Aproveché para visitar a San Tadeito yo sola. Allí estaba yo, después de coger el metro en hora punta y caminar sola durante un rato. No tenía móvil, se quedó sin batería en la última foto. Totalmente consciente de dónde estaba, todo lo que había estado haciendo desde que llegué estaba sirviendo, el esfuerzo físico y mental (sobretodo el mental). Estaba contenta, estaba
consiguiendo lo que había venido a buscar. Me senté y lloré, como Coelho a
orillas del río Piedra. Supongo que por fin podía relajarme.
Volví a casa como un robot, eran ya
las 9. Cuando entré mi compañero me dio la enhorabuena y un beso-abrazo (a lo
chileno). Comí unas tres mandarinas (que aquí son minúsculas),
un plátano y me fui a dormir. Escribí en el blog un ratito y quedé con Vicente
para ir el sábado a una presentación de un libro de arquitectura a la que Elena se vino. Pero no fuimos a la presentación porque se había hecho tarde, y nos pasamos el sábado de un sitio a otro. Pueden verse algunas fotos en Facebook. El sábado acabó siendo domingo y ayer domingo me lo pasé zombi.
Mañana voy a por mi carta para tramitar la visa, allí a la oficina. Tengo que levantarme muy temprano y después de recoger los documentos de la oficina, volver a Moneda para ir a Extranjería. Día completo me espera mañana. Me voy a dormir.
Besitos familia, amigos, ESPAÑA! Os
quiero y os echo mucho de menos.