Estuve pensando desde que llegué a Santiago (incluso desde antes) cómo
hacer para iros contando la experiencia. Desde que estoy aquí algunos me habéis
escrito, llamado, enviado whatsapps y otros seguro que hasta os habéis enfadado
(pero solo un poquito) por la falta de información por mi parte. Sé que todos
entendéis que las últimas semanas para mí han sido un no parar y no es que no
os eche de menos, os llevo conmigo. Es difícil instalarse en otro país, otro
continente, OTRO HEMISFERIO, requiere al principio de mucho tiempo.
Cuando llegas te das cuenta de que no te comportas igual que cuando vas de
viaje para hacer turismo. Eres una "emigranta" y vienes a vivir, bueno,
a sobrevivir al principio, en otro país. Te fijas en los supermercados, las
paradas de metro, las farmacias, las zonas más seguras e inseguras, los
precios, etc…
Santiago es una ciudad muy grande que estoy descubriendo poco a poco, en
primer lugar descubrí el centro que es donde encontramos el piso y donde mis
compañeros me ofrecieron techo al principio, la ayuda que nos han dado no tiene
precio.
Cuando solo había visto esta parte, pensé que no era una ciudad bonita, que
estaba un poco sucia, era caótica, desordenada y descuidada. Después nos hemos
movido por la zona comercial del centro y otras comunas, y me he ido dando
cuenta de que se trata de una gran ciudad, con muchos contrastes, eso sí, con
su idiosincrasia… Estamos en sudamérica (para lo bueno y lo menos bueno) y eso
no se puede olvidar. Cuando vas conociendo más y vas teniendo presente su
historia te van encajando las cosas y es entonces cuando se puede afirmar si
una ciudad te gusta o no, igual que cuando conoces a una persona va cambiando
la idea que tienes de ella a lo largo del tiempo. Para forjarse uno una opinión
no se debe perder nunca de vista el contexto (no sé si me explico)
Como dije, es una ciudad de contrastes
y si empiezo a contar impresiones y anécdotas tendría para aburrir, y eso que
solo llevo 14 días aquí, de ellos todos han sido dedicados a buscar: piso,
comida, trabajo… Y ahí vamos, deshojando la margarita con las ofertas de
empleo: “me quiere, no me quiere…” espero que alguna empresa me quiera pronto…
y si no… mira, ellos se lo pierden :)
Continuara…